GLOSARIO
BARRAQUETE: Esta especie es el pato migratorio que llega en mayores números a Colombia.
Sus territorios de anidación están lejos, repartidos por Norteamérica, desde
Alaska hasta el sur de los Estados Unidos. En Colombia, muchas personas saben
que viene del norte y lo llaman “pato canadiense”. Luego de la temporada de
anidación, cuando el otoño se acerca, los patos salen de sus pantanos, lagos y
estanques y ponen rumbo al sur.
ECOTONO: El ecotono o
zona de ecotomía es la zona de transición natural entre dos ecosistemas
distintos. Generalmente, en cada ecotono viven especies propias de ambos
ecosistemas y suelen ser zonas de mayor riqueza e interés biológico.
FINZENU, PANZENÚ Y ZENÚFANA: En la época
de la conquista española, los zenú, habitaban las sabanas no inundables y
tenían relaciones comerciales con sus vecinos de la serranía de San Jacinto y
de las riberas del río Magdalena. En el siglo XVI se destacaba el gran centro
religioso de Finzenú, en el valle del Sinú, que estaba bajo la dirección de una
mujer que ejercía su dominio sobre varias poblaciones aledañas. El Panzenú era
la denominación del valle del San Jorge; y Zenúfana el valle del Nechí y el
bajo Cauca, zona de producción de oro.
RESUMEN
Este trabajo hace un análisis
descriptivo de LA CIENAGA GRANDE,
del bajo Sinú, una importante mina hídrica responsable en gran medida de la
economía del departamento de Córdoba, en especial de municipios importantes
como: Lorica, Momil, Cotorra, Chima, Purísima, Cereté, y otros que aunque no
son considerados como municipios de córdoba, también cumplen un importante
papel en cuanto al desarrollo económico de éste.
Esta gran extensión de agua dulce
alimentada por el rio Sinú, alberga un sin número de especies: aves, mamíferos,
reptiles, peces, que hacen de ella un gran ecosistema y ecotono que ha
alimentado y sostenido por muchos años a muchas familias en gran parte de la
región.
Sin embargo cabe mencionar la
importancia que lleva al cuidado y preservación de las especies que han estado
amenazadas por la explotación excesiva de estos recursos, por tal razón
enfatizamos y damos entendimiento de esta problemática que está afectando en
ciertas medidas a nuestros municipios.
Palabras claves: ciénaga grande, córdoba, ecosistema, desarrollo
económico, rio Sinú.
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
LA
CIENAGA GRANDE es una extensión de agua dulce alimentada por el inmenso rio
Sinú, lagunas, y arroyos que normalmente desbordados por los torrentes de
lluvia, son también un afluente para este inmenso ecosistema hídrico. Posee una
extensión amplia de unos 30.000 km
en el verano; y en el invierno alcanza un máximo de 44000 km, inundando los barrios más cercanos a la orilla de la
ciénaga, barrios que normalmente están formados por familias pescadoras, o
agricultoras que invaden los límites de la misma.
De acuerdo
con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM (1998) este complejo lagunar
posee una función hidrológica de primer orden de amortiguación y regulación
natural de las aguas lluvias así como de los caudales picos y excesos de aguas
que se presentan en el momento en que la capacidad del cauce natural del río
Sinú es sobrepasada y presenta desbordamientos. Además de la importancia
ecológica y ambiental, está también la económica y sociocultural, que ha
condicionado la vida de los habitantes de estos municipios del bajo Sinú.
En este
trabajo le damos importancia a nuestra ciénaga grande, por la influencia que ésta
genera en nosotros, tanto por su belleza e inmensidad, como también por su
diversidad, su flora, su fauna, su armoniosidad: tal como lo dice el himno de
Momil: “tus aguas tranquilas reflejan, la paz y la prosperidad tus cerros
también representan la riqueza y la fertilidad”[1].
Este
complejo hídrico no solamente es agua, tierra, fauna y flora, también alberga
en sus amaneceres y atardeceres, una historia que va más allá de lo material,
de lo económico; también trasciende lo espiritual, la cultura misma y su
origen, nuestra esencia, nuestras raíces, algo de lo que no debemos olvidarnos
para poder crecer mejor.
También
resaltaremos su contenido histórico, la importancia que los indígenas y nativos
le daban a ciénaga que era su dios, su mundo, ciertamente alejado de los tratos
y explotaciones desconsideradas que en los últimos años le estamos dando a este
inmenso humedal, por lo que en última instancia resaltaremos esta problemática
que azota a todas estas comunidades del bajo Sinú[2],
por supuesto tratando de concientizar sobre todo este hecho que simplemente
intentamos pasar inadvertidos.
1.
CONTENIDO HISTORICO
Decía mi
abuelo: “Nuestros ancestros tenían una cultura admirable, eran inteligentes y
junto con la CIENAGA GRANDE hacían de
nuestra tierra un majestuoso paraíso, hasta que llegaron los ladrones”
El antiguo territorio de los zenúes, albergó a esta cultura por
aproximadamente 2000 años, desde el 800 a.c hasta el 1200 d.C. Se dividía en
tres grandes provincias: Zenúfana, Panzenú y Finzenú. Esta última correspondía
al valle del río Sinú y era el centro religioso de la cultura. Sus habitantes
eran orfebres y artesanos y tejían hamacas, chinchorros, vestimentas y mantas
con algodón, logrando obtener las materias primas y distribuir sus
productos mediante el desarrollo de un
sistema de intercambio a través de las rutas acuáticas, lo que permitió evolucionar
su economía.
Los
indígenas del valle del Sinú[3]
aprovecharon las características geográficas de su región construyendo
sofisticados sistemas de camellones para canalizar, drenar y conectar los
cuerpos de agua con las salidas al mar y entre sí. Durante el invierno
contenían las inundaciones facilitando el natural funcionamiento de las
ciénagas como amortiguadoras del elevado cauce del río y protegiendo sus
cultivos y viviendas de desbordamientos excedidos. Su ingeniería disminuía la velocidad
de las aguas, lo que retenía los sedimentos del río para que luego, en el verano, fueran
aprovechados como abono en los playones que quedaban secos al bajar las aguas y
donde ubicaban sus cultivos. Los zenúes tenían un modelo de desarrollo
respetuoso con el medio natural.
Pedro de
Heredia, el fundador de Cartagena de indias, también descubrió las costas del
valle del rio Sinú, y junto con su hermano Alonso de Heredia, saquearon toda la
legendaria orfebrería zenú[4].
En el mismo tiempo de la Colonia, La Corona española, encomendó al teniente Antonio
de la Torre y Miranda una tarea que dio
como resultado entre 1774 y 1778 la congregación de 44 poblaciones
gracias a la fundación de 23 nuevos pueblos y la refundación formal de 21, entre
ellos los que hoy en día hacen parte de la
subregión Ciénagas del Bajo Sinú del departamento de Córdoba.
En la
cuarta de las seis salidas que realizó de la Torre nacieron: San Antonio de Momil, con 677 personas
de 120 familias; Santa Cruz de Lorica,
con 4343 personas de 852 familias; San
Antonio de Ciénaga de Oro, con 824
personas de 151 familias y San Emigdio
(hoy Chimá) con 595 habitantes de 115 familias. Más adelante, en su quinta
salida, nació San Pelayo, con 1475 personas de 276 familias y Concepción (hoy Purísima) con 1417
habitantes de 306 familias. En total esta región contaba con 9331 habitantes y
1820 familias, que representaban un 23% de la población total de la provincia, censada
en 41.108 personas en ese entonces.
Para la
época republicana[5]
y con la llegada de la navegación a vapor, Lorica fue consolidándose como el
principal puerto sobre el río Sinú, convirtiéndose en un atractivo destino para
comerciantes e inmigrantes que buscaban oportunidades de negocios con facilidad
de transporte.
UBICACIÓN GOGRAFICA
Se localiza en la parte norte del Departamento de Córdoba, en las
subregiones Bajo y Medio Sinú, en la margen derecha del río, entre las coordenadas
1.440.000 a 1.527.000 Norte y 800.000 a 855.000 este, de origen Bogotá. La llanura
de inundación cuenta con alrededor de 440 kilómetros cuadrados (44.000
hectáreas) de extensión máxima, sobre las cuales tienen jurisdicción directa
los municipios de Chimá (46.5% del total), Lorica (33.7%), Momil (6.7%),
Cotorra (4.5%), Ciénaga de Oro (4.4%), Purísima (2.9%) y San Pelayo (1.3%)[6]
El clima de
la zona se define como semiseco con una humedad relativa superior al 80% y está
caracterizado por un nivel elevado de
radiación solar (5.4 horas-sol por día)
y temperaturas altas durante todo el año con un promedio de 27.6°C, alcanzando
el máximo en abril (promedio 28°C) y mínimo en noviembre (promedio 27.2°C). En
cuanto a las lluvias, la precipitación media multianual es de 1.350 mm. El área
ocupada por la Ciénaga presenta un sistema de precipitación conocido como unimodal,
que significa al año una temporada seca, de noviembre a abril, y una húmeda, de abril o mayo a octubre o noviembre,
en la que se registra más del 80% de las
precipitaciones del año, siendo septiembre el mes más lluvioso con un promedio
de 185 mm y febrero el menos, con 20 7mm. Así mismo, es junio el mes más húmedo
y los más secos enero y febrero. La velocidad
diaria promedio del viento es de 1.5 metros por segundo.
2.
LA ECONOMÍA
Como
ya sabemos la economía del bajo Sinú, se centra en la pesca, la agricultura y
la ganadería.
Según,
un estudio presentado por Irene Salazar Mejía[7]:
LUGAR ENCANTADO DE LAS AGUAS, los suelos que circundan la Ciénaga Grande del
Bajo Sinú son planos con pendientes de hasta 3%, el resto de terrenos no
inundables alcanza una pendiente de 7% y
presenta un paisaje de pequeñas colinas, en las que se alternan potreros con
cultivos agrícolas. Sostiene que los suelos de la ciénaga están conformados por
depósitos aluviales recientes, derivados de los sedimentos en suspensión del
río, siendo fértiles, profundos, con buena textura, un porcentaje aceptable de
minerales y ligeramente neutros, con un PH entre 6.5 y 7.6.
Tal
como lo dice el informe, nuestros terrenos son fértiles, hasta tal punto de ser
considerados como uno de los más fértiles del mundo junto con el Nilo, el
Tigris y el Éufrates, según estudios hechos por entidades ambientales. Esto
quiere decir que la ganadería, y la agricultura generan un amplio desempeño económico
en el Bajo Sinú, y obviamente la pesca también es un factor determinante para
el sustento diario de la mayor parte de los habitantes de estos municipios,
especialmente en Momil, purísima, y Chimá, aunque también la producción en la
ganadería y agricultura son considerables, incluso más que en los municipios
restantes.
2.1.
LA PESCA
La
actividad económica extractora se concentra en la pesca, principalmente del
bocachicos (Prochilodus magdalenae) y la dorada
(Brycon sinuensis Dahl). Sólo el municipio de Lorica tiene dedicadas[8] a
la explotación pesquera 395 hectáreas,
99 de ellas para explotación comunitaria, 16 para zoocriaderos y 280 para
camarones.
El número de personas que aprovechan el recurso pesquero ha sido calculado por diversos estudios, y varía debido al grado de dedicación a esta actividad ya que éstos pueden ser de tiempo completo, comerciales, de subsistencia, entre otros. Así mismo se debe tener en cuenta no sólo a
la persona sino a la Unidad Económica de Pesca (UEP), que incluye cuando
es el caso el transporte (canoa, chalupa) y el o las artes, que puede requerir de dos o más pescadores
para su funcionamiento, que a la vez
puede variar de acuerdo a turnos establecidos o a préstamos de los utensilios.
Cabe
mencionar que los habitantes de estos municipios alegan al decir que desde que
la central hidroeléctrica URRÁ, se estableció formando dichas compuertas,
muchas de la especies de los peces que alimentaban la CIÉNAGA GRANDE, ya no
llegan, incluyendo el Sábalo (Megalops
atlanticus), y Cachama blanca (Piaractus brachypomus) y negra (Colossoma macropomum). Puede ser una opinión contradictoria, sin embargo
no hay que descartar que esta hidroeléctrica pueda estar metida en este cuento
de las desapariciones de especies en la CIÉNAGA GRANDE.
2.2.
LA
GANADERÍA
Más
del 80% de las tierras de los municipios de la Ciénaga Grande del Sinú se usan
para pastoreo, cifra que fluctúa de acuerdo con el clima ya que en épocas de
verano algunas zonas de ciénaga que se secan son usadas como potreros tanto por
terratenientes como por campesinos.
Debido a que estos suelos hacen parte de la llanura de inundación del río Sinú y se encuentran a escasos 20 metros en promedio sobre el nivel del mar, en una topografía bastante plana, los problemas de drenaje son comunes. Debido a este paraíso cenagal, la ganadería es muy oportuna para la economía, por tal motivo la región del Bajo Sinú posee una rica ganadería a nivel nacional.
Debido a que estos suelos hacen parte de la llanura de inundación del río Sinú y se encuentran a escasos 20 metros en promedio sobre el nivel del mar, en una topografía bastante plana, los problemas de drenaje son comunes. Debido a este paraíso cenagal, la ganadería es muy oportuna para la economía, por tal motivo la región del Bajo Sinú posee una rica ganadería a nivel nacional.
2.3.
LA
AGRICULTURA
En la agricultura, el uso del suelo predominante sólo es significativo en
Cotorra y Lorica donde encontramos cultivos anuales como ñame y yuca,
permanentes como plátano y palma de aceite (en Lorica) y transitorios como
algodón, maíz amarillo y blanco y
tradicional, fríjol, patilla, arroz de
riego y secano (en Lorica) y tomate (en Cotorra).
Resulta
interesante descubrir que sólo el 9.65% del suelo en los municipios de la
Ciénaga Grande del Bajo Sinú se usa adecuadamente, de acuerdo con sus
características específicas definidas por el IGAC[9].
El 69.3% de la superficie total de la zona presenta un conflicto por subutilización
del suelo, mientras que otro 19.5% presenta una sobreutilización. Esto sin tener
en cuenta los cuerpos de agua, que equivalen al 4.5% del territorio.
3. DETERIORO AMBIENTAL Y REFLEXIONES
La
economía como ya lo habíamos planteado está marcada directamente con la
producción generada en nuestra CIÉNAGA GRANDE, no es desconocido para nosotros
saber que estos municipios tienen ciertos índices de pobreza, debido a la mala administración de los recursos
que este humedal nos brinda, sin embargo somos conscientes de la mala
explotación que se presenta en estos municipios.
Por
ejemplo, para épocas de semana
santa los habitantes de todo el bajo
Sinú, tienen su gastronomía o platos típicos para esta fecha, en la que cazan especialmente especies como la de la
Hicotea y el Ponche (también conocido comúnmente como Chigüiro), por supuesto
que los pescadores aprovechan las alzas en las ventas por la compra de este
reptil parecido a las tortugas, y al roedor más grande del mundo, llevando a
una indiscriminada caza de estos acuático y terrestres animales.
Dice
el señor José Conde Madera[10],
un habitante del municipio de Momil, que en la etapa de su juventud, la ciénaga
era un majestuoso paraíso, hábitat de exóticos animales que ya se han
extinguido, o les ha tocado emigrar para poder seguir existiendo en ecosistemas
selváticos donde no estén amenazados, por ejemplo: el tigrillo, el venado, la
guartinaja, etc.
“Recuerdo, que habían muchos árboles por toda la ciénaga: como el Suná, Caracolí, Higos, Pimientos, Campanos, Robles, que no permitían que nosotros cruzáramos por donde queríamos, sino, por donde podíamos; en aquel entonces habían caimanes por toda la ciénaga, y ellos no permitían que se secaran.
Había cantidades de peces como bocachicos, sábalos, cachamas, doradas. Tirábamos
las atarrayas y cogíamos los pescados más grandes, y con las mismas entrañas y
tripas sacábamos la manteca para freírlos en nuestras casas, y los otros más
pequeños los soltábamos nuevamente.
Nuestra CIÉNAGA nos brindaba muchos recursos, para sostener una familia; mi papá tuvo once hijos, y nunca falto la
comida en la casa; pero hoy día, una familia con tres hijos les toca difícil
criarlos, ya que casi no se puede pescar porque no hay peces.
La ciénaga se está secando, ya no es como antes, se han acabado todo,
cazaron muchos caimanes, y éstos se fueron, ya no hay ponche,[11]entre
poco se acabaran los pizingos, y malibú, y hasta los barraquetes[12]
que vienen de Estados Unidos y el Canadá dejarán de venir”[13]
Es obvio el
deterioro que ha sufrido nuestra CIÉNAGA GRANDE, en los últimos años,
posiblemente por la explotación desmedida de sus recursos biológicos (fauna y
flora), llevando a la pronta extinción de algunas especies; no obstante se han
tomado medidas sobre todo este caso que gira entorno a la economía de estos
municipios, y a la mala administración que han empleado a su base fundamental
de subsistencia.
El 25 de
octubre de 2007 la CVS declaró[14]
al complejo cenagoso del Bajo Sinú como Distrito de Manejo Integrado de los
Recursos Naturales Renovables (DMI). Este es un paso importante en la búsqueda
del desarrollo económico y ambiental sostenibles, que redunda en un
mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades, gracias a la
necesidad del uso adecuado de los humedales y los importantes recursos que
giran en torno a ellos, siendo, como hemos visto, la principal base del
sustento de muchos de los habitantes de la zona.
De acuerdo
con la CVS, el DMI se divide en dos: una zona para la producción sostenible del
recurso íctico y otra zona para la producción agropecuaria sostenible. En ellas
está prohibida la pesca de especímenes de talla pequeña o en edad reproductiva,
las artes de pesca inadecuadas, la tala y quema de flora, la caza deportiva y
de especies en vía de extinción, el vertimiento de aguas contaminadas y
residuos sólidos, el uso residencial permanente y la ganadería, tanto intensiva
como extensiva, dentro del área inundable.
Como se
había mencionado antes sobre cierta culpabilidad de la hidroeléctrica de URRÁ,
en las irregularidades que se estaban presentando en la CIÉNAGA GRANDE, con
respecto a la desaparición de ciertos especímenes de peces. Desde su
construcción a finales de los 90s y
posterior entrada en funcionamiento en febrero del 2000, la Hidroeléctrica de
Urrá alteró la dinámica hídrica del río, ya que su caudal se regula desde la
parte alta, en donde se ubica la represa, y de acuerdo a la demanda energética, generando lo que los campesinos
llaman comúnmente el ‘yoyo’, es decir que los niveles del río, y en
consecuencia de la ciénaga, suben y bajan de un momento a otro, bien sea en
invierno o en verano.
A
pesar de ser un regulador artificial de
sequías o inundaciones, los habitantes de zonas de ciénagas se quejan de lo
impredecible del asunto, en especial porque como ya se mencionó antes,
históricamente se han utilizado los playones de la ciénaga que se secan en el
verano para cultivos temporales, que en ocasiones se han visto estropeados por
subidas repentinas del nivel del agua.
A pesar de
la legislación ambiental existente, estas y otras especies continúan siendo perseguidas
bien sea para el sustento diario de la población, o para su comercialización
para uso como alimento, ornato, mascota, entre otros. Inclusive las tradiciones
populares tienen fuerte impacto sobre la conservación de la fauna y la flora,
como es el caso del gavilán bebehumo macho, que es cazado y vendido por 5000
pesos (en Chimá) con la intención de cruzarlo con gallinas y obtener gallos de
pelea finos. No hace falta profundizar en los casos de los huevos de iguana,
que son retirados del animal vivo, o de la costumbre de comer hicotea en semana
santa y cocinarla viva.
MAPA CONCEPTUAL
4.
CONCLUSIÓN
De alguna
manera afectamos a nuestro hermoso humedal debido a la agresiva explotación que
le damos, pero también es cierto que un alto porcentaje de todos los habitantes
que hacemos parte del Bajo Sinú, vivimos de ella. No obstante toda esta
problemática ambiental nos afecta a todos de una u otra forma, y no hay que
quedarnos cruzados de brazos, como si esto solo le importara únicamente a las
entidades ambientalistas como a la CVS.
Hay que
reconocer la pobreza por la que nuestros municipios están enfrentando en estos
últimos años, pero acabar a todas nuestras especies para satisfacer algunas
necesidades mundanas, como el alcoholismo, y cada fiesta que se presente no es
ninguna respuesta opcional para solucionar todo este problema, debemos
concientizarnos y admirar de corazón y alma a nuestra MAJESTUOSA CIÉNAGA BRANDE, tal como lo dicen sus habitantes, en
especial el señor José Conde Madera,
“vivir la vida como queramos casi siempre nos afectara en el futuro, cuando
veamos las consecuencias vividas en nuestros hijos”
Los
amaneceres quizás ya no sean los mismos a los de otros tiempos, igual debemos
apreciar la alborada y los crepúsculos que se ven nacer y morir en la
inmensidad de nuestra CIÉNAGA GRANDE, disfrutar lo que tenemos, amar lo que es
nuestro por encima de cualquier otra cosa, porque más allá de nuestros peces
árboles, aguas, animales, también están los sueños que una vez nuestros padres
y los padres de los mismos nos heredaron, el sueño de preservar nuestro tesoro,
NUESTRO LEGADO.
Estamos
ciegos de tan gran riqueza, sin saber que al igual que todos los animales
existentes en la CIÉNAGA GRANDE, nosotros también nacimos de allí, de su barro,
de sus aguas, de sus árboles, de sus peces, de sus aves, de todo lo que es
ella, siempre ha sido y será nuestro pasado presente y futuro.
1. BIBLIOGRAFIA
1. BIBLIOGRAFIA
-Tomado de
LA CIENAGA GRANDE DEL BAJO SINU: LUGAR ENCANTADO DE LAS AGUAS. Numero 102 junio
del 2008, Redactado por IRENE SALAZAR MEJIA, Economista del Centro de Estudios
Económicos Regionales (CEER) del Banco de la Republica.
isalazme@banrep.gov.co
http://www.banrep.gov.co/documentos/publicaciones/regional/documentos/DTSER-102.pdf
http://www.opepa.org/index.php?option=com_content&task=view&id=589&Itemid=29
http://es.wikipedia.org/wiki/Zen%C3%BA
https://www.google.com.co/search?q=imagenes%20de%20la%20cienaga%20grande%20del%20bajo%20sin%C3%BA&ie=utf-8&oe=utf-8&aq=t&rls=org.mozilla:es-ES:official&client=firefox-a
[1]
Verso del himno del municipio de san Antonio de Momil
[2]
Bajo Sinú, es la región que comprende los municipios desde montería hasta donde termina el
recorrido del rio Sinú. Se le denomina a Lorica como capital de la provincia
del Bajo Sinú
[3]
se les llamaba así, porque vivían, en las riveras, o en los valles del rio
Sinú, lo que hoy día corresponde a los municipios que son bordeados por el
mismo.
[4] Se
dice que la orfebrería zenú, tenía exóticas piezas u obras esculpidas en oro de
gran valor histórico, piezas que muy poco conservamos en los museos de
orfebrería precolombina, puesto que los españoles saquearon casi todas las
riquezas indígenas
[5] Es
la época en que nace la Gran
Colombia que llega a su fin en 1830 por conflictos y divisiones internas
[6]
Según el Diagnóstico de la dinámica hídrica, tenencia y ocupación del complejo
lagunar del Bajo Sinú;
Díaz granados (1997) y Ambiotec Ltda. (1997) reportan
440 km2, Ramírez y Viña (1998) registran 450 km2
mientras que Valderrama (2002) reporta un área de 359
km2.
[7]
Realizo un documento sobre la economía regional, en donde fundamenta los
aspectos económicos de la Ciénaga Grande del Bajo Sinú
[8] Según
el Plan de Ordenamiento Pesquero Cuenca del Río Sinú – POP, de Urrá S.A. E.S.P.
[9]
IGAC, instituto geográfico Agustín Codazzi
[10]
Habitante de Momil que tiene unos 87 años de vida, viviendo y subsistiendo de
la CIÉNAGA GRANDE.
[11]
Es un chigüiro, normalmente en ciertos municipios le llaman ponche, pero su
nombre original es el chigüiro
[12]
Esta ave migratoria llamado también en Colombia pato canadiense, en épocas de
invierno viaja al sur de su hábitat natural, en busca de alimento, el cual es
abundante en LA CIENAGA GRANDE, ecotono, para estas especies migratorias.
[13]
Relato de la MAJESTUOSA CIÉNAGA GRANDE, por el señor José Conde Madera
[14]
Mediante Acuerdo No. 76 el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma
Regional de los Valles del
Sinú y del San Jorge –CVS.
este trabajo sobre la cienaga grande, me pareció muy interesante, sobre todo la informacion sobre el contenido historico de nuestra tierra, que mas de uno ya ha olvidado.
ResponderEliminarme parecio un trabajo muy bueno ya que este me muestra la grandesa y bellaza de nuestro departamento y lo mas hermoso que tenemos que es nuestra cienega pero asi tambien me muestra por el gran problema que estamos afrontando todos que es la contaminacion de nuestras aguas....
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